• Embarazo
  • Alimentación
  • Educación
  • Actividades
  • La Vida en Familia
  • Compras
Logo Logo
  • Embarazo
  • Alimentación
  • Educación
  • Actividades
  • La Vida en Familia
  • Compras
  • Educación

¿Perdiendo Autoridad?

26/11/2015
Caro Musso
0 Comentarios
Fotografías cortesía de: ivanacoi, Pezibear , Jessica Lucia bajo licencia Creative Commons.

No te cuento ningún secreto si digo que muchos padres temen perder la autoridad sobre sus hijos si en algún momento “ceden” a una rabieta, una pataleta o incluso una petición normal.

Otro de los pensamientos programados en nuestro cerebro durante la infancia, que se ha consolidado con los años por la sociedad en la que vivimos, es el de “¡no dejes que se salga con la suya!”, ¿quién no ha escuchado esta frase? O estas: “no puede ser siempre lo que tú quieras”, “será lo que yo diga, porque sí”, “no dejes que te tome el pelo”, etcétera… podría seguir, pero no quiero alargar demasiado la entrada de hoy, sería demasiado aburrido y prefiero ir al grano.

Antes de que naciera Adriana, yo creía a pies juntillas estas (llamémosles) sentencias. Después de su nacimiento, con el día a día, comencé a pensar algo diferente (un día escribiré un artículo sobre todas las afirmaciones que me he tenido que tragar después de ser mamá). Pero tenía un cacao mental de órdago, porque mi programación cerebral durante mis taytantos 😉 años ha sido tan buena que es muy complicado desinstalar según qué aplicaciones ;), como por ejemplo esta de la autoridad y los límites. Bien, por fin mis cables neuronales se han ordenado y lo he comprendido. Gracias Carlos González por tu charla, dos frases y una simple comparación me cambiaron el chip y lo comprendí todo. Ahora entiendo lo que sentía con Adriana y por qué. ¿Quieres saber a qué me refiero? Creo que a ti también te puede ayudar mucho. Te contaré lo que he extrapolado de sus palabras y mi experiencia con Adriana.

Autoridad natural

La autoridad con nuestros hijos viene dada de forma natural. Tu hijo, simplemente por el hecho de que eres su madre o su padre, un adulto, con más experiencia, más grande y con más edad, te ve como una figura de autoridad y te obedece continuamente. Aunque no te lo creas, lo que pasa es que nos empeñamos en concentrarnos más en las veces en las que nos desobedecen que en las que nos obedecen. En palabras del conocido pediatra:

» …la autoridad no hay que ganársela, está de forma natural, sin embargo debemos ser dignos de ella por la responsabilidad que conlleva y por la forma gratuita en la que se nos ha entregado».

La cuestión es que nos pasamos más tiempo pensando en cómo ganarla que en esforzarnos por mantenerla y cuidarla. Pero claro, es que como dice Carlos, no nos han enseñado a mandar, sino a obedecer.

Dictadura o democracia

Te voy a poner un ejemplo. Un jefe. Todos hemos tenido alguno, ¿verdad? Si no es tu caso, piensa en un docente. ¿A quién recuerdas con más afecto? ¿Quién te producía un mayor respeto? ¿El que ejercía su autoridad de forma tiránica o el que escuchaba a la clase y la trataba con respeto? ¿Es tu jefe una persona que te manda las tareas con diplomacia y amabilidad, que te escucha cuando tienes un problema, cuando llegas tarde o si no tienes el trabajo a tiempo? ¿O es una persona que no te escucha cuando intentas replicar, pedirle algo o te habla de muy malas maneras? ¿Has tenido de los dos tipos? Si pudieras elegir, ¿a quién preferirías obedecer? ¿Crees que un gobierno tirano o una dictadura se gana la confianza del pueblo o que sus ciudadanos están deseando rebelarse?

Pues todo esto deberíamos extrapolarlo a la relación con nuestros hijos. No pierde autoridad un gobierno que escucha a su pueblo, sino que gana en confianza y respeto y probablemente le volverán a votar. No sé tú , pero yo un gobierno que hace siempre lo que le da la gana y que le da igual lo que yo y unos cuantos millones de ciudadanos opinemos no merece mi respeto ni mi voto y en la medida que pueda me voy a saltar sus normas y voy a intentar cambiarlas. ¿No es eso lo que haría cualquier persona? Pues eso también puede ocurrir con nuestros hijos. Igual de pequeños te obedezcan, pero cuando llegue la adolescencia y tenga más autonomía tus órdenes no tendrán efecto sobre ellos, se las pasarán por el Arco del Triunfo, para que lo entiendas bien claro.

Los adultos acatamos órdenes continuamente, aunque no nos gusten. Y protestamos por ello inagotablemente, además de escuchar las protestas de otros y comprenderlas. ¿Por qué no entendemos entonces que lo hagan nuestros hijos? ¿Por qué nos empeñamos en querer que nos obedezcan y “sin rechistar”? ¿Te has parado a pensar que hasta el asesino más vil tiene derecho a réplica ante un Tribunal Constitucional? ¿Por qué no puedes dejar que tu hijo proteste cuando tiene que acatar algo que no le gusta?

Es terrible un día a día que discurre como una sucesión de gritos, castigos, amenazas… son estos niños los que más se rebelan y los que más castigos reciben, ¿no es este un círculo vicioso? Que proteste no te resta autoridad, simplemente es una forma natural de actuar. Si el día de mañana quieres que tus hijos luchen por lo que quieren, se esfuercen por ello y salten todos los obstáculos necesarios, no les enseñes a obedecer sin rechistar, será un borrego incapaz de salir del rebaño y como el perro guía se equivoque de camino acabará rodando por un precipicio. Esto no es lo que quieres para tus hijos, ¿a que no? Si te obedece, pues ya está, deja que proteste y se desahogue, en lugar de tragarse las emociones.

fas

Ceder o no ceder, esa es la cuestión

Luego está la opción de ceder. Tal vez su protesta esté justificada. Recuerda que rectificar es de sabios. Ceder o cambiar de idea no te hará perder tu autoridad como padre o madre, hará que tu hijo te escuche mejor y sepa que sus padres le escuchan. ¿O no agradeces tú si tu jefe entiende que estás hasta arriba de trabajo y te aplace la entrega del informe un par de días? Ya, te ha dicho que es para hoy, pero ¿va a perder autoridad por obligarte a entregárselo hoy si puede esperar y tú no llegas? Creo que no.

Evidentemente hay veces en las que no vas a ceder, no vas dejar a un niño pequeño que se suba a una silla y se asome a la ventana por mucho que patalee, ni que juegue con el cuchillo del jamón, pero si has puesto una pastilla de chocolate delante de sus narices y tiene hambre y además le encanta el chocolate, por mucho que no quieras que coma, ¿vas a dejar que monte en cólera por algo así? Puede que ya le hayas dicho que no, pero si no es algo grave, no tiene diabetes ni nada parecido y una onza del deseado postre no le hace tanto mal, antes de que se ponga morado de llorar, no será mejor dársela y la próxima vez no ponérsela tan a la vista? Por poner un ejemplo. Sí, se puede ceder. Y lo puedes hacer con elegancia. “No sabía que lo deseabas tanto, por esta vez te puedes tomar este trocito”. Antes de que se desgañite, por favor. Si vas a ceder, mejor antes que después y mejor así que con un “ANDA, TOMA, Y CÁLLATE YA”.

¿Dejar que «se salgan con la suya»?

Muchas veces he escuchado que esto no se puede hacer porque no se pueden salir con la suya siempre (mi antiguo yo era de esa opinión). Pero si piensas en la cantidad de cosas en las que al cabo del día les dices que no o en los límites que les pones… te darás cuenta de que son muy pocas las veces en las que pueden elegir.

4771488476_bb777d95ec_o

Dar órdenes con diplomacia

Un truco para que se sientan más escuchados y obedezcan de mayor agrado es darle una orden y dejarle elegir algo relacionado. Te lo cuento con un ejemplo que siempre se entiende mejor. “Vístete. ¿Quieres ponerte esta camiseta o esta otra?/¿Prefieres vestirte en el baño o en tu cuarto?” Otra, “Vamos a casa de “Pepita”, ¿quieres llevarte un juguete o un libro?”. La cuestión es que aunque tú decidas la acción, tu hijo pueda tener algo de voz y la orden no parecerá tan autoritaria. Digamos que suena mucho más amable y cuando nos dan órdenes de forma amable obedecemos con más gusto, ¿a que sí? Un ejemplo, ¿a quién obedecerías de más agrado al primer o al segundo vigilante de seguridad?

Vigilante 1: (Gritando y con cara de Pitbull) ¡Aquí no se fuma, apaga ese cigarro!

Vigilante 2: (Con una sonrisa) Dispulpe, ¿sería tan amable de apagar su cigarrillo? No está permitido fumar en este lugar.

La diferencia es abismal, ¿verdad? Pues a veces no tenemos en cuenta eso con nuestros hijos. Pensamos que por poner cara de perro y gritar nos van a hacer más caso. Tal vez lo hagan pero más por miedo que por otra cosa, y tú no quieres que te tengan miedo, ¿a que no?

Pues recuerda esto siempre, las órdenes se obedecen (y mejor) cuando están bien dadas. Y esto da para otro tema, que este artículo ya está quedando demasiado largo y demasiada información se procesa peor.

Si has llegado hasta aquí, gracias. Si crees que le puede venir bien a alguno de tus conocidos, compártelo, envíaselo… Sus hijos seguro que te lo agradecen, y yo también. Tú eliges si lo haces por Facebook, Twitter o Google +, o si prefieres enviarle el enlace por whatsapp 😉

¡Gracias de nuevo y hasta la próxima!

Autor

Caro Musso

Una madre para la que cada día que pasa con su hija es un regalo y un aprendizaje del mundo y del alma. Autora de la novela "La joven de ojos miel". Licenciada en Psicología y apasionada de la fotografía y la lectura.

¿Quieres dejar un comentario? Cancelar la respuesta

Artículos Relacionados

El Triste Arte (Inconsciente) de Descalificar a Tus Hijos

30/06/2016

5 Recomendaciones literarias para mamá y papá

05/07/2015

Di Lo Que Sientes: Emocionario Infantil

05/11/2015

La Importancia de Decir Te Quiero

29/03/2016

Buscar en 280Dias

Estamos en Facebook También

280Días

¿Qué es esto?

280 días esperas, de media, para tener tu sueño de ser papá o mamá hecho realidad. El momento épico de dar a luz no es más que el comienzo de toda una nueva vida, la tuya.

280Dias.com es una web en la que te acompañamos en tu "nueva vida" y donde compartimos nuestras propias vivezas, ilusiones e inquietudes alrededor de la apasionante misión de ser padres.



280Dias.com lo hace un pequeño equipo de jóvenes padres.
No somos profesionales.
Somos apasionados.
Logo
  • Contacto
  • Aviso Legal

Copyright 2015 - 2017 . Todos los Derechos Reservados. 280DIAS.COM ES UN BLOG DE BLOG DEL FOTOGRAFO SLU