¿Te imaginas que existiera un remedio que sirviera para todos los “males” de tu bebé? ¿No te gustaría tener al alcance de tu mano un remedio que le aliviara el dolor, que le hidratara cuando coge un virus del estómago, que le mitigara los cólicos, que le quitara el hambre, que le ayudara a conciliar el sueño, a tranquilizarse o calmarse? Seguro que te gustaría encontrar un bálsamo para esos momentos en que tiene miedo o en los que no sabes lo que necesita. Un remedio que además no le provocara efectos secundarios, al contrario, que de un modo le beneficiara…
Pues he de decirte que existe. Es más, no sólo es un remedio para todo lo anterior. Además tiene otros beneficios. Pues este “recurso” ayuda a su sistema inmunológico y le protege de enfermedades como catarros, bronquiolitis, infecciones de orina… e incluso de posibles enfermedades futuras como el asma o la diabetes. Pero es que, además, previene la muerte súbita. Y no sólo eso, que no es poco, es que también le ayuda a nivel cognitivo y encima tiene todos los nutrientes que necesita, en cuanto a vitaminas, proteínas y grasas.
Y si esto te parece poco, te diré que tiene más ventajas, y es que también tiene beneficios para la mamá, puesto que le ayuda a recuperarse tras el parto y según algunos estudios, quien recurre a este “remedio” tiene menos riesgo de padecer algunas enfermedades como por ejemplo el cáncer de mama.
Seguro que estás pensando que este remedio no está al alcance de cualquier bolsillo. Te equivocas. Te diré que es totalmente gratuito, lo proporciona la propia naturaleza, por lo que es más que ecológico y sostenible.
Te estarás preguntando, si no lo has adivinado ya, qué tipo de “remedio” es este que no lo usa todo el mundo… Pues bien, te diré que no es nada nuevo, ni moderno ni revolucionario. Es bien simple, se llama teta, pecho, leche materna o lactancia, como prefieras.
Como ves, es algo que está al alcance de todos, tienes el derecho de dar biberón, por supuesto, nadie te va a juzgar por ello, es otro recurso que tiene sus ventajas y es una elección que depende sólo de ti (o de vosotros). Pero has de conocer, antes de decidir, qué ofrece la leche de fórmula y qué la lactancia materna para decidir entre una u otra. Yo tengo muy clara mi postura, pero esa es la mía, la tuya la decides tú.
Si este artículo te ayuda a decidirte por la lactancia materna, me alegraré por ti y por tu bebé. Si no ha sido así, no pasa nada, estoy segura de que tienes razones suficientes para dar el biberón y de todo corazón las respeto, aunque déjame que te diga, que si no lo haces porque te surge una complicación física, que pidas ayuda a una asesora de lactancia antes de tirar la toalla. Y déjame que te pida que lo compartas, puede que alguien no conozca los beneficios de este remedio y estas palabras le ayuden en su decisión. Gracias y feliz maternidad/paternidad.