Hace tiempo que quería hablaros de este libro y, ahora que Adriana me lo está pidiendo para ir a dormir, me parece que es una oportunidad que no puedo dejar pasar para contaros sobre él y sobre las emociones.
Identificar y expresar las emociones
No sé a ti, pero a mí, además de tristeza, alegría, enfado o miedo, pocas fueron las emociones que me enseñaron. De hecho, yo tengo el cerebro tan programado con estos cuatro cajones, que mi primer pensamiento cuando me siento «X» va a uno de ellos, y luego tengo que desmigar cómo me siento y por qué para entender que lo que realmente me ocurre no es que estoy enfadada, sino arrepentida o decepcionada. O no es que esté alegre, sino que estoy entusiasmada, por ejemplo. Y esto que puede parecer una tontería, no lo es en absoluto. Entender nuestras emociones, ponerles nombre y poder hablar de ellas ayuda a gestionarlas, a disfrutarlas o a intentar solucionar lo que te ocurre, si es una emoción negativa. También ayuda el simple hecho de poder expresarlas, pues entre el chupete y lo de calmar el llanto, en realidad a lo que nos han enseñado siempre es a tapar las emociones. Y tapar las emociones no es bueno, nada bueno.
Las emociones que no fluyen, que no expresas, las que se quedan guardadas en tu interior acaban produciendo algún tipo de enfermedad. Se llama somatización. Esta es una de las razones por las que es necesario expresar tus sentimientos, ¿pero cómo vas a expresarlos si no sabes lo que sientes en realidad?
Pues imagina si a los adultos nos cuesta identificar y clasificar las emociones, lo que le puede costar a tus hijos si sólo les enseñas que están enfadados, tristes, contentos o aburridos.
¿Qué es el emocionario?
El emocionario es un libro que describe cuarenta y dos emociones, y cada una de ellas con una ilustración (casi todas preciosas). Cada una de estas ilustraciones, creadas por veintidós artistas diferentes, resume de forma pictórica lo que significa el sentimiento que acompaña. Esto es muy (pero que muy) útil. Sobre todo con los más pequeñitos.
En realidad es un libro recomendado a partir de cinco años, aunque según el niño puede utilizarse antes. De hecho, yo lo compré las Navidades pasadas, en cuanto lo vi, no podía esperar a que Adriana tuviera la edad… (¿y si ya no existía…?, además, aunque yo soy poco consumista, en cuestión de libros y cuentos… he de reconocer que la avaricia me pierde). El caso es que pensé que ya llegaría el momento de usarlo, dentro de mucho, no contaba con que a Adriana le iba a gustar tanto por las ilustraciones que ya lo estamos leyendo y sólo tiene 18 meses.
Evidentemente sé que no le vamos a sacar el mismo partido que un niño de cinco años, pero ¿sabes? le encanta escuchar la historia del sapo que se escapa aliviado de las garras del cocodrilo. Ella también siente alivio cuando me busca porque no me ve a su alrededor y aparezco. Y sé que, en algún momento, sus neuronas harán la conexión y sabrá identificar perfectamente la palabra alivio con lo que siente. De todos modos, tienes consejos de uso por edad aquí.
Este emocionario puede ayudar a tus hijos a contarte cómo se sienten, te facilitará la tarea de hablar sobre sus (y tus) emociones, a veces de forma directa, otras a través del juego, de una historia, de preguntas acerca de lo que ocurre en las ilustraciones, o con las pistas que aparecen en cada descripción.
En este enlace tienes una muestra para ver cómo es su interior. También puedes descargarte este PDF con ideas para explorar las imágenes, o las fichas de actividades si te dedicas a la educación. Si te animas a comprarlo, puedes ir a tu librería más cercana o pinchar aquí.
No sólo es un libro bien editado, con unas preciosas ilustraciones, sino una herramienta para trabajar con tus hijos algo tan importate (y muchas veces olvidado) como son las emociones.
¿Y ahora qué?
Pues ahora puedes compartir esta entrada, anotarlo para pedirlo a los Reyes Magos de Oriente o ir a la biblio a buscar este o cualquier otro libro que hable de emociones. Lo único que te pido es que no leas esta entrada en vano. Con las emociones no se juega 😉
Y como siempre, me despido dándoos las gracias por leer hasta aquí, pero esta vez, lo haré con la ayuda del emocionario. Esto es lo que siento 😉
¡Ya lo tengo Caro! Muchas gracias por la recomendación 🙂 Deseando que llegue el cumple de la peque para desenvolverlo 😉
¡Qué bien! Ya nos contarás la experiencia 😉