Si digo que me encanta cocinar, todo aquel o aquella que me conozca sabrá que es mentira, así que ni siquiera lo intentaré 😉 Que ¿por qué no me gusta? Bueno, supongo que es cuestión de paciencia, no la tengo, o por lo menos tengo un cupo limitado que dedico a ciertas personillas que se llevan el 97% de ella. Además, si algo no me interesa demasiado, tiendo al despiste, por lo que se me quema hasta el arroz. Un desastre, vamos. Por suerte para todos tenemos un gran cocinero en casa, así que no hay problema.
Sólo hay una excepción a mis pocas ganas de cocinar. Esta excepción la protagoniza la mayor de las pequeñinas a través de un libro de recetas infantiles que compramos hace poco y la tiene fascinada 😉 . Si te parece que la cocina es algo que a los niños no les interesa, haz la prueba, ella es capaz de dejar todo lo que esté haciendo por venir a cocinar conmigo. Y con cocinar me refiero a macedonias o pinchos de fruta, pizza casera, crema de verduras o una tortilla con queso. Vamos, que no hacemos esferificaciones (de momento) y ni falta que nos hace 🙂
¿Por qué hacerlo?
Cocinar tiene muchísimos beneficios siempre que les des tareas acorde a su edad y nivel de desarrollo. Con mucha supervisión y sentido común, son muchas las cosas que un niño/a puede hacer en la cocina, desde batir los huevos, mezclar con las manos, colocar los ingredientes, exprimir una naranja o incluso cortar los ingredientes con sumo cuidado.
- Porque les enseña a ser responsables
- Fomenta su autonomía y consecuentemente su autoestima
- Os permite pasar tiempo juntos
- Ayuda a mantener sus ganas innatas de aprender
- Establece una relación sana con los alimentos
- Les permite experimentar con todos los sentidos
- Les enseña a ser metódicos y a seguir unas pautas
- Comer en familia previene trastornos alimentarios en el futuro
- Les ayuda a poner en práctica conceptos aprendidos (medir, leer las recetas, y por qué no, ¡Hasta física! O creéis que Arquímedes contaba con un laboratorio mejor que tu cocina? )
- Les enseña hábitos saludables como lavarse las manos, recoger o limpiar
- Porque dejar la cocina patas arriba puede ser muy divertido 😉
Y principalmente porque es divertido, a los niños les encanta, tiene todo tipo de beneficios y encima no tienes que cocinar solo… Qué quieres que te diga, yo lo compro 😉 , por lo menos de vez en cuando, que sé que todos andamos con agendas algo más que apretadas 🙂
Así que ya sabes, olvídate de cocinar en solitario y pon un pequeño chef en tu vida.